Act.3.2.
Calor en plena noche.
Era domingo a la noche. Ya estábamos en la cama. Mi casa tiene unos soportales. El primer lunes de cada mes el Ayuntamiento recoge muebles, colchones y demás enseres viejos que el vecindario quiere tirar. Los debe dejar a la noche para que a la madrugada el servicio de recogida los retire de los portales. En esta ocasión unos vecinos los dejaron en los soportales, pensando que estarían mejor que en la acera, y que allí molestaban menos. La cuestión es que estábamos tan campantes dormidos en casa, cuando empezamos a oír como explosiones, empezó la habitación a llenarse de humo, y hacía un calor tremendo. Mis padres que duermen en la habitación de al lado al oír el ruido y sentir el calor, y el humo se asomaron y gritaban a quien estuviera allí que apagasen el fuego. La verdad es que no había nadie. Alguien había prendido fuego a los colchones que habían dejado los vecinos y se había armado la marimorena.
Hicimos dos cosas. Se conoce que a muchas personas se les ocurrió lo mismo. Por una parte bajamos casi todos los vecinos y vecinas con baldes para apagar el fuego y llamamos al 112/SOS DEIAK para que viniera alguien, supongo que los bomberos, a apagar aquello.
Nos liamos a echar agua. Por fin llegó la Ertzaintza con extintores y aquello se apagó. La verdad es que nos quedó la casa ahumada y bien ahumada. Parecía que habíamos estado haciendo txitxiburduntxi con la cuadrilla.
Comentemos esta narración.
¿Estaba justificada la llamada al 112/SOS DEIAK?
¿Actuaron adecuadamente los vecinos?
¿Qué hizo la Ertzaintza? ¿Hubieran sido necesarios los bomberos?
Cuando ocurren situaciones de estas ¿qué se debe hacer?