Act. 1.4.

 

 

Texto 1

TEXTO 2

“Acabo de emplear la palabra “derecho” y me parece que ya la he utilizado un poco antes. ¿Sabes por qué? Porque gran parte del difícil arte de ponerse en el lugar del prójimo tiene que ver con eso que desde muy antiguo se llama justicia.Pero aquí no sólo me refiero a lo que la justicia tiene de institución pública (es decir, leyes establecidas, jueces, abogados, etc.), sino a la virtud de la justicia, o sea: a la habilidad y el esfuerzo que debemos hacer cada uno - si queremos vivir bien- por entender lo que nuestros semejantes pueden esperar de nosotros. Las leyes y los jueces intentan determinar obligatoriamente lo mínimo que las personas tienen derecho a exigir de aquellos con quienes conviven en sociedad, pero se trata de un mínimo y nada más. Muchas veces por muy legal  que sea, por mucho que se respeten los códigos y nadie pueda ponernos multas o llevarnos a la cárcel, nuestro comportamiento sigue siendo en el fondo injusto . Toda ley escrita no es más que una abreviatura, una simplificación- a menudo imperfecta- de los que tu semejante puede esperar concretamente de ti, no del Estado o de sus jueces. La vida es demasiado compleja y sutil, las personas somos demasiado variadas, a menudo demasiado íntimas, como para que todo quepa en los libros de jurisprudencia. Lo mismo que nadie puede ser libre en tu lugar, también es cierto que nadie puede ser justo por ti, si tú no te das cuenta de que debes serlo para vivir bien...”

(Fernando Savater “Ética para Amador. Edit. Ariel. 1991 Pgs.140-141)

“Siempre ha sido una palabra polisémica. “Justicia” significa: un modo de obrar que da a cada uno lo que le corresponde, la institución que vela para que se cumpla la ley  y la virtud que inclina a comportarse justamente. La acepción fundamental es la primera: dar a cada uno lo suyo. Ya he comentado que el problema surge al definir lo suyo ¿En qué consiste? ¿Quién lo determina? Sólo hablaré de las dos opciones que nos importan aquí: lo que corresponde a cada caso y persona lo determina la Justicia o lo determina el Derecho. Ocurre que ambas instancias pueden enfrentarse, y por eso podemos decir que un acto es legal pero injusto. Legal quiere decir de acuerdo a las leyes, injusto quiere decir contrario a las normas morales”

(José Antonio Molina. “Ética para náufragos”. Anagrama 1995. Pg.214)

 

Individualmente cada alumno o alumna trata de escudriñar estos textos a través del siguiente cuestionario, estableciendo una reflexión personal.

 

Cuestionario:

 

·       ¿ Qué acepciones de la palabra justicia son posibles, según el texto de Savater?

·       ¿Qué quiere decir el autor del primer texto cuando habla de la justicia como institución pública?

·       ¿Cómo entiende al autor la justicia como virtud?

·       ¿Qué es lo que intentan los y las jueces cuando imparten justicia, según el texto?

·       ¿Qué diferencia existiría entre  los términos “legal” y “justo”?

·       ¿Qué es lo que tiene posibilidad de regular la ley?

·       Según el texto nro. 2 ¿en qué consiste la polisemia de la palabra “Justicia?

·       Explica, por medio de ejemplos, una aplicación de cada una de las acepciones de la “Justicia” que aparecen en el segundo texto.

·       ¿Hasta dónde puede llegar la Justicia como institución?

·       Desde tu punto de vista y desde lo que conoces ¿Quién hace las leyes? ¿Los/las jueces, los/las gobernantes, los parlamentos? ¿ En qué medida lo hacen unos y otros?

·       ¿Quiénes hacen las leyes pueden hacer leyes injustas? ¿Esto es posible? ¿Cómo lo explicas? Busca algún ejemplo.

·       Entonces ¿Cuál es la función de los  Tribunales de Justicia?

·       Según tu criterio ¿cuáles serían las cualidades que debería reunir un/una Juez para impartir justicia?

 

 


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